Hacia la movilidad sostenible

En el encuentro sobre Europa Verde y Digital, organizado el pasado 6 de mayo por el 25 aniversario del diario El Mundo, se habló sobre la movilidad sostenible y el compromiso de la UE para utilizar el Pacto Verde como hoja de ruta para superar la crisis provocada por la Covid-19.

Sostenibilidad y digitalización son los dos pilares sobre los que va a estar basada esta recuperación. En el foro se hizo hincapié en el avance de estos últimos años de la Unión en relación a la disminución de las emisiones de CO2 y al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de Next Generation UE, por el que España recibirá 72.000 millones de financiación. 

El 20% de los fondos europeos se destinarán a la movilidad

Más de 13.200 millones se destinarán a la movilidad sostenible entre 2021 y 2023. El Plan de Recuperación primará la movilidad sostenible en España, según el acuerdo alcanzado en el Consejo de Ministros que pasa ahora a ser evaluado en Bruselas.

Si las políticas de movilidad habían sido invisibles hasta ahora, a partir de que el plan pase el control de la UE, se convertirá en uno de los objetivos clave de los próximos años. En ese acuerdo queda recogido lo que va a ser el Plan de Choque de Movilidad Segura Conectada en Entornos Urbanos y Metropolitano. En el documento se describe el proyecto que tratará de impulsar la descarbonización de la movilidad urbana, la mejora de la calidad del aire y de la vida en las ciudades.

Entre las líneas de actuación destacan las distintas acciones, como el establecimiento de zonas metropolitanas de bajas emisiones, la transformación del transporte en las ciudades, la movilidad sostenible en el medio rural, el fomento de la instalación de puntos de recarga y la adquisición de vehículos eléctricos; el objetivo para 2023 es alcanzar un parque móvil de 5 millones de vehículos eléctricos, más de 100.000 puntos de recarga en todo el territorio y una flota de 250.000 vehículos eléctricos para España.

La vuelta del ferrocarril para trayectos comerciales y de mercancías

De igual forma, se apoyará también el uso del ferrocarril. Respecto a estas medidas ya se ha incorporado una mayor competencia de trenes de alta velocidad low-cost que, junto al AVE, favorecerá el uso de este transporte para trayectos comerciales. Por ahora solo va estar disponible la ruta Barcelona-Madrid pero se prevé que pronto se realicen nuevos trayectos. 

También se quiere favorecer el transporte ferroviario de mercancías mediante la culminación de los corredores pendientes, como el Atlántico y el Mediterráneo; el desarrollo de nodos de transporte intermodal, es decir, el movimiento de unidades de carga a través de distintos medios combinados que también estará destinado a la red transeuropea de transporte; el establecimiento de mecanismos de carreteras de alta intensidad o la implementación de planes de movilidad de pago por uso urbano.

Estas medidas también se van a implementar en entidades locales y comunidades autónomas. 

Además de estas ayudas que vendrán de los fondos europeos, también se espera el apoyo de financiación privada derivada de la necesidad de cofinanciar los proyectos que se llevarán a cabo en los próximos años. Por parte de la UE, las ayudas están previstas hasta el año 2026. Según el plan de movilidad que va a presentar el Gobierno se prevé la creación de 284.300 nuevos empleos y la aportación de 20.550 millones al PIB. 

Pero el plan no solo se queda aquí. Para 2030, además de los vehículos eléctricos, el gobierno pretende avanzar en nuevos proyectos destinados a la creación de un parque de vehículos ligeros y pesados con combustible de hidrógeno de entre 5.000 a 7.500 unidades. Una tecnología que tendrá un elevado potencial en los próximos años y que requiere de toda una industria dedicada a su desarrollo. 

El impuesto para trayectos en carretera

El Gobierno incluyó un peaje o pago por el uso de carreteras y autovías en el Plan de Recuperación y Resiliencia con la previsión de aplicarlo a partir de 2024. 

Aunque no es un proyecto nuevo, tras su publicación ha generado bastantes controversias. El objetivo, además de ayudar a pagar el mantenimiento de las carreteras y tener un fin recaudatorio, implicaría otros tipos de coste en el transporte de mercancías que repercutirán directamente en los ciudadanos, por ejemplo, con la subida de los precios en los productos. No obstante, otros países europeos tienen ya un impuesto similar. 

¿Qué opinas sobre este nuevo impuesto que podría aplicarse? Déjanos tu comentario.

 

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