La gira de los reyes: “España 2020 en la nueva normalidad”

Los reyes están actualmente inmersos en una gira que pretende cubrir todas las comunidades autónomas del país. Esta gira, tal y como recoge Europa Press, oficialmente tiene un doble objetivo. En primer lugar «apoyar la actividad económica, social y cultural», pero también se entiende que «la visita permitirá a los Reyes agradecer y reconocer en primera persona el esfuerzo que toda la sociedad española está realizando para superar la crisis sanitaria». Sin embargo, es necesario señalar que este “oportuno” tour tiene lugar en un momento delicado para la institución monárquica, debido a la comisión que presuntamente cobró el rey emérito procedente de Arabia Saudí. En este sentido, dado que la monarquía no es una institución elegible, su única posible fuente de legitimidad está intimimamente ligada a su reputación.

Los índices de popularidad

Entonces, ¿cuál es la razón de fondo de esta gira? Evidentemente, mejorar la imagen de la monarquía. No es algo sorprendente que muchas instituciones políticas y económicas recurran a la propaganda, ya que sirve para trabajar los índices de popularidad. De este modo, cuando una de estas instituciones se encuentra en una situación difícil llevará a cabo un lavado de imagen mediante donaciones, reuniones con los trabajadores, viajes a las zonas afectadas, etc. En el caso que nos ocupa, la campaña consiste básicamente en mostrar a los reyes paseando por distintos lugares de la geografía española rodeados de entusiamados súbditos y aparentando normalidad. Son unas escenas que guardan cierta similitud con el famoso supuesto baño de Fraga (por aquel entonces ministro de información y turismo con Franco) en la playa de Palomares para, en aquella ocasión también, convencer al turismo de que el baño eran completamente seguro.

Ahora bien, en esta ocasión no es un ministro de la dictadura, sino una institución que, razonadamente o no, forma parte de un sistema homologable al del resto de países de su entorno. Es decir, ya no vale montar el paripé de cualquier manera. Así que, primeramente debe criticarse que los monarcas aparecieran en repetidas ocasiones sin mascarilla. Es obvio que ellos tienen muy poco riesgo de contagiarse, puesto que el cordón de seguridad montado a su alrededor será prácticamente infranqueable. Sin embargo, las actitudes de los miembros de la Casa Real influyen en algunas personas, de manera que deberían contribuir a que se generalice el uso de la mascarilla. Por otro lado, si el objetivo es apoyar la actividad económica de las regiones que visitan, ¿por qué lo más visto son los baños de masas que se dan los monarcas?, ¿qué acciones concretas han llevado a cabo para beneficiar a las regiones visitadas? 

La inviolabilidad de la Corona

Por consiguiente, si los medios de comunicación ponen el acento en lo bien recibidos que son los reyes allá donde van, dejando deliberadamente en un segundo plano la deseada recuperación económica que supondría este tour, es porque ya se ha decidido que es lo importante. Pese a ello, en otras ocasiones ha podido observarse que la monarquía no fue tan bien recibida. Este hecho permite deducir cómo los itinerarios de esta gira fueron, lógicamente, elegidos con precisión milimétrica, ya que en un momento en el que clase política ha demostrado no estar a la altura, no convendría que trascendieran imágenes de rechazo a otra pata de apoyo del sistema como es la Corona. En cualquier caso, es muy complejo saber con certeza el grado de aceptación de la monarquía, porque ésta, en nuestro régimen actual, fue diseñada para no rendir cuentas ante nadie, ni siquiera ante los tribunales, dado que la Constitucíón establece su inviolabilidad. Así que, mientras las monarquías de antes, al menos, rendían cuentas ante Dios, la actual está constitucionalmente blindada, siendo complicadísimo incluso modificar el título de la Constitución donde ésta se encuentra regulada.

En conclusión, es vital para el sistema salvaguardar una institución que este año 2020 cuesta al Estado, según figura en la propia página de la Casa Real, unos 7.887.150 de euros. Ahora bien, esa cantidad no recoge otros gastos indirectos, como por ejemplo la partida de más de seis millones de euros de Apoyo a la gestión administrativa de la Jefatura del Estado, que están contemplados para el Ministerio de la Presidencia. Toda esa inversión debe protegerse, por ello en esta campaña, resulta que la crisis ocasionada por el covid-19 es solo el medio, pero el fin es mejorar la imagen de la Corona. El sabio refranero español resume perfectamente toda esta situación con aquello de “a río revuelto, ganancia de pescadores”. 

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