La válvula de escape

Hubo un tiempo en el que las personas se divertían pasando los fines de semana en el campo con sus familiares y amigos cuando venía el buen tiempo. Después, poco a poco fuimos adoptando otros gustos más encaminados a gastar nuestro tiempo y nuestro dinero en las tiendas de los grandes centros comerciales. Nos fuimos alejando de los espacios naturales. Hoy, ir al campo está más enfocado a realizar actividades deportivas o de riesgo, para alcanzar un reto personal autoimpuesto, que a disfrutar del paisaje y de la buena compañía. En este verano 2020 tenemos la oportunidad perfecta para adentrarnos de nuevo en la naturaleza, poder disfrutar y respirar ese aire puro y no contaminado de la montaña que tanto bien hace a nuestros pulmones.

Para la inmensa mayoría de nosotros puede ser una auténtica válvula de escape después de este confinamiento y de las medidas que todavía tenemos que mantener de distanciamiento. Con tan solo unas pocas horas andando entre la hierba, viendo a los pájaros volar, a la fauna corretear o disfrutando de un buen baño veraniego en alguna piscina natural o pantano, podremos volver a aquella edad en la que valorábamos más los pequeños momentos. Una buena acampada, un buen picnic… nada más se necesita para sentir que la vida es algo mucho más sencillo de lo que pensamos y que la naturaleza está ahí para obsequiarnos.

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