Cuestión de cifras y desescalada I Por María Jurado Prieto

Por fin vamos volviendo a la normalidad o como bien apuntan, a una “nueva normalidad” como empiezan ya a llamar a este proceso de desconfinamiento en el que tendremos que seguir llevando la mascarilla para protegernos. 

No se puede vivir con miedo, pero sí tomar las medidas necesarias para no ponernos en riesgo si nos vamos a la costa. Y es que ya saben ustedes, que España desea y necesita volver a ese turismo de sol y playa. Decididos u obligados por la UE, España reabrirá las fronteras así como el resto de países de la UE para que ciudadanos europeos puedan circular libremente por el territorio Shengen y sin cuarentena. Sé que el sector hotelero trabajará duro estos meses para tratar de dar la mayor de las garantías en cuanto a seguridad. Pero, ¿qué medidas utilizarán para controlar el turismo denominado de “borrachera” y que cada año produce alguna noticia por el conflicto y los desordenes que causa? Hasta ahora lo tradicional era permitir sobrepasar los límites y la paciencia de los oriundos de ciudades como Magaluf, Benidorm, Torremolinos y tantas otras ciudades que viven del turismo…

No sé yo bien si este descenso y esta positividad es también parte de esa propaganda por publicitar a España como un destino libre de Covid-19. Lo cierto es que frente a otros países europeos que pretenden abrir ya las fronteras, a mediados de este mes, el Gobierno de España solicitaba poder retrasarlo hasta el 1 de julio. Y eso a pesar de la rectificación que tuvieron que hacerle a la ministra de Turismo, cuando dijo públicamente que abrirían las fronteras terrestres con Francia y Portugal. Decisión unilateral que se llevó la reprimenda de este último. Lo cierto es que como ya ha expuesto Pedro Sánchez, tras el fin de la cuarentena, España podrá recibir a personas del área Shengen. Por las noticias diarias que encontramos en los medios, parece que aquello de la pandemia ha pasado a un segundo plano ante otros acontecimientos como la muerte de George Floyd y las sucesivas manifestaciones que han sobrevolado  Estados Unidos para extenderse a otros países europeos, con más  incidencia en el Reino Unido, y sin que exista ese miedo al contagio de hace tan solo unas semanas. Hay que seguir manteniendo las distancias de seguridad.

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