Según el World Economic Forum, en una clasificación en función de los factores que permiten el desarrollo sostenible de los viajes y la contribución del turismo al desarrollo y la competitividad, sitúan a España a la cabeza del ranking de entre los 20 países más populares en lo que se refiere al sector turístico. No hay que olvidar que España es a nivel mundial, el segundo país del mundo con más visitas por año.

A pesar de su especialización y excelencia en este sector, este año, las medidas y decisiones que se tomaban, no han beneficiado en el mantenimiento de la competitividad y prestigio/seguridad con la que hubiéramos tenido todas las de ganar este verano. Todo lo contrario.

Este año atípico dará unas cifras que en nada se parecerán al de otros años. De hecho, su caída espectacular por los confinamientos al que se han sumado otros países europeos, y la calificación a España como un país no seguro por los números de la pandemia, nada han ayudado a remontar el cierre del final de este 2020.

Tampoco ha ayudado los sucesivos confinamientos y medidas que en el sector hostelero y hotelero, han generado importantes pérdidas y cierres por la falta de medidas que incentiven el consumo seguro en este tipo de establecimientos. La incertidumbre ha primado la mayor parte del tiempo.

Decir que el coronavirus nos ha puesto en jaque, es quedarse corto. Y a todo esto, mañana lunes día 23 de noviembre, comenzará una nueva medida, ya asumida en otros países, que consistirá en la prohibición de la entrada a personas que viajen a nuestro país si vienen sin hacerse el test de la PCR desde su país de procedencia.

Una medida que se pedía, dada las características del sector que más mueve la economía de España, pero que llega después del verano y en un momento en el que se ha prohibido la movilidad incluso entre municipios en varias Comunidades Autónomas.

¿A quién afectará por tanto estas medidas? Lo cierto es que poco turismo extranjero habrá de aquí a final de año, a excepción del que se dirija a las Islas Canarias, -recordemos que, actualmente, es la región que mantiene el distintivo de “región más segura” para visitar por la baja incidencia de este virus en las islas. Por otro lado, la nacionalidad que también más nos visita, la británica, además de las restricciones a la movilidad en su país, también se suma a otro hecho tan importante como para no viajar: el Brexit. Quiero decir con ello que, quizá, prefieran estar en estas fechas en su país. De forma que, si no lo hacen los extranjeros, porque entre otras cosas, la situación lo dificulta sobremanera y el tiempo de sol y playa ya ha pasado, sí lo harán, con toda seguridad, los españoles que, residiendo en otros países, querrán volver a España para poder pasar las vacaciones navideñas con sus familias. Test que, tendrán que asumir de sus bolsillos en los países donde residen, a un coste mucho mayor que, muchos no podrán asumir.

Sin test no hay viaje. Un tratamiento que, por cierto, iguala a turistas y nacionales y nos denigra como sociedad, por no asumir la Seguridad Social la entrada de una nacional a su propio país.