Las sociedades modernas se han convertido en sociedades del desperdicio. Anualmente, ingentes cantidades de productos de toda índole, incluidos los alimentarios, son desechados sin haber cumplido su vida útil para la que fueron producidos. De hecho, la Agenda 2030 se hace eco de esta situación y establece en su objetivo 12.3 “reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial”. Si centramos la atención en nuestro país, la estadística es muy preocupante. Según los datos recogidos en el Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en los hogares, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los hogares españoles desperdiciaron en 2018 más de 1.300 millones de kg de alimentos y bebidas, lo que supuso un incremento del 8,9% con respecto al estudio del año anterior, es decir, más de 100 millones de kg más. Son diversas las iniciativas relacionadas con el aprovechamiento de productos de alimentación, como por ejemplo las de la Federación española de Bancos de Alimentos.
En la entrevista de este número conoceremos la labor de Phenix, una entidad privada con origen en Francia, pero con implantación en 5 países, entre ellos España, que trabaja para evitar el desperdicio de alimentos generando una red entre fabricantes, mayoristas, minoristas, instituciones y particulares. Para ello, hemos entrevistado a Jean Moreau, cofundador de Phenix.