El movimiento ‘Más cerámica, menos plástico’

Como suele decirse: “el pasado siempre vuelve” y prueba de ello es la aparición de un movimiento conocido como ‘Más cerámica, menos plástico’. La ceramista italiana Lauren Moreira fue la impulsora de este movimiento que pretende sustituir el plástico por la cerámica artesanal.

Si tradicionalmente nuestros abuelos y padres utilizaban utensilios cerámicos tan recurrentes como el botijo, nuestra generación, bebe agua en botellas de plástico, e incluso, nos atrevemos a reutilizarlas aunque su composición haya podido quedar dañada por el tiempo y los cambios de temperatura y ambiente. Lo mismo ocurre con los tupperwares que suelen reutilizarse para transportar alimentos cocinados. Otros tipos de productos que utilizamos con frecuencia en reuniones y festejos, como pueden ser en ferias y cumpleaños, son los platos, vasos y cubertería de plástico, de usar y tirar, sin tener en cuenta la contaminación que producimos y el tiempo necesario para su descomposición.

¿Un mundo sin plástico es posible?

Algunos movimientos de personas y empresas concienciadas con el “uso” que se hace de este material, empiezan a cambiar ciertas actitudes. Ya hay restaurantes y supermercados que han eliminado estos productos de sus estanterías. En algunos por ejemplo, no volveremos a ver pajitas de plástico, ni vasos de usar y tirar.

Este movimiento ‘Más cerámica, menos plástico’ precisamente pretende redescubrir el uso que podemos darle a la arcilla para transformarla en materiales de cocina, que nuestras abuelas utilizaban con total normalidad, entendiendo que respetan más el medio ambiente, tienen una mayor durabilidad y el proceso de reciclado es mucho más asumible.

Hoy en día, sería imposible pensar en un mundo sin plástico pues, tenemos una economía  basada precisamente en este material para la producción de ciertos bienes de consumo que tienen variantes del plástico, como es el caso de los electrodomésticos pero también de  los envases de alimentos procesados que, en una gran parte, utilizan plástico para cubrir estos productos porque cumplen con las actuales normas de seguridad alimentarias.


Más cerámica tradicional

La cerámica tradicional ha sufrido una transformación en estos últimos años para la producción de productos más refinados y estéticos, acordes con estos tiempos, además de esmaltes y elementos decorativos para todos los gustos.

Como solemos hacer en esta sección, nos gustaría invitar a nuestros lectores a reflexionar sobre otras formas de ser razonadamente más empáticos con el medio ambiente, consumiendo productos cerámicos y artesanales por varias buenas razones: son duraderos, respetan el medio ambiente, ayundarían a la producción de productos artesanales de mayor calidad, en zonas dedicadas especialmente a este sector, y no son perjudiciales para nuestra salud.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *