Lorenzo Goñi Suárez del Árbol

Lorenzo Goñi por Juan Hervás

Su salto cualitativo se produce en 1945 cuando comienza su colaboración con el semanario La Codorniz

Lorenzo Goñi nace en Jaén, el 25 de enero de 1911, ciudad donde vivían sus abuelos, Lorenzo Suárez y Leandra del Árbol, en la calle San Andrés. Su padre y esposa vivían en Barcelona donde el padre trabajaba como ferroviario. Su madre se trasladaría a Jaén para dar a luz. Eran tiempos en los que las mujeres embarazadas solían dar a luz en casa.  

En la familia de Jaén había abogados, notarios y músicos, su abuelo Lorenzo fue director de la Banda de Música del Hospicio de Hombres de la Diputación de Jaén. La casa era espaciosa, con patio y fuente en su interior. Lorenzo Goñi siempre recordó su infancia con cariño. El abuelo, que no tuvo suerte en los negocios, se arruinó y tuvo que venderla. Goñi no volvió a Jaén hasta el año 1987, con motivo de una exposición antológica que organizó la Diputación de Jaén. Su padre, agricultor con tierras en la Ribera del Ebro, dejaría el campo para trasladarse a Barcelona donde trabajó en los caminos de hierro del norte de España.                  

Cuando tenía ocho años, Goñi enfermó de sarampión, una enfermedad que marcó su vida. Como secuelas, sufrió una otitis y sordera progresiva hasta que quedó completamente sordo. Por aquel entonces no había ni vacunas ni antibióticos. Dada la enfermedad, Goñi se adaptó a cualquier actividad que no tuviera relación con una convivencia, que le es difícil de asumir dada su sordera. Dibujo, grabado, ilustración, pintura etc. Con el tiempo se convertirá en un gran maestro. A los 18 años comenza su actividad profesional, sus primeros pasos en revistas y folletos locales de Barcelona. En plena Guerra Civil es reclamado por el sindicato de Dibujantes de la U.G.T para realizar carteles (en esta época realizará dibujos para “El Combatiente del Este”, y la “Esquella de la Torratxa”). Hasta 1942 firma con el apellido de su madre, Suarez del Árbol. Su salto cualitativo se produce en 1945 cuando comienza su colaboración con el semanario La Codorniz, que se prolonga hasta 1951. La primera viñeta de Goñi aparece el 2 de marzo de 1955, en el número 188 de la revista; en esta ocasión, y en un número más, aparece bajo el seudónimo “Falces”. A partir de ahora todos sus dibujos serán en blanco y negro, a excepción del algunos dibujos sueltos y los que dibuja en honor a una serie de diez dibujos dedicados al Arte, como es el ejemplo de “Las tres Gracias” de Rubens. 

Después del éxito de su época de La Codorniz su íntimo amigo Mingote, ambos afectados por la sordera, le pide que dibuje para la revista Don José, un suplemento dominical del Diario de Tánger, creado por Mingote. En la actualidad gracias a la Diputación y al ayuntamiento de Beas, se está escaneando la revista completa.

A partir de ahora aparecerán sus viñetas en el Diario Pueblo, ABC, El Dominical de ABC: Blanco y Negro y Sábado Gráfico.

Por estas fechas estudia grabado calcográfico y en 1962 obtiene una beca de la Fundación Juan March para realizar “La Tauromaquia Onírica”. Ilustró textos de literatura clásica de autores como Cervantes, Francisco de Quevedo, Camilo José Cela y, para Antonio Mingote, su primera obra: “Las palmeras de cartón”.                                                                                         

Goñi publicó el 13 de marzo de 1992, “Homenaje a Lorenzo Goñi”, un dibujo con una caracola de mar donde se lee: “Tan solo oigo mis rumores”. Para Camilo José Cela, con todo cariño: “Mi sordico”. Para la editorial Vergara ilustra “Guerra y Paz” de León Tolstoi; obras completas de Shakespeare, y Marcelino Pan y vino, obra de José María Sánchez Silva. En 1944 se casa con una mexicana llamada Conchita Picher, quien se convierte en su agente y muleta; un  matrimonio muy enamorado del que nace su hija Inés que reside en Lausana, Suiza, y que conserva mediante la Fundación Lorenzo Goñi, un extenso legado. Merece entresacar algunas opiniones de personalidades del mundo literario o artístico que nos dan su parecer sobre Lorenzo Goñi: Luis María Ansón reconoce que Goñi consiguió el reconocimiento general, esquivó las tarascadas del franquismo, impuso su calidad artística, nos asombró a todos durante largos años. Su trabajo fue enorme pero como dice Camilo José Cela, lo que asombra de Lorenzo Goñi, no es solo la cantidad de viñetas, sino su permanente calidad. Para Antonio Mingote es sin duda el más grande de los dibujantes del siglo XX. Goñi pobló su sordera de criaturas imprevistas, gritos inaudibles, imágenes sorprendentes, yo le debo a Goñi el honor que me ilustrara mi primera novela. Para Jesús de la Serna Gutiérrez (Santander, 18 de mayo de1926- Madrid, 5 de septiembre de 2013) es bien sabido que Lorenzo Goñi jamás abandonó su culto al gato desde el día que mató a uno de una pedrada. A partir de entonces proclamó su arrepentimiento dibujando gatos en muchísimas de sus obras. Goñi sufrió con la enfermedad de Conchita, primero un ictus apoplético vascular y pasados dos años su fallecimiento. Quedó solo y necesitaba ayuda, por ese motivo se traslada a Suiza para vivir con su única hija, donde fallece un 28 de febrero de 1992 cuando tenía 82 años.

Al cumplirse el centenario del nacimiento de Goñi, el ayuntamiento de Beas de Segura, con la colaboración fundamental de la Diputación de Jaén, a instancias mías, se instaura el Premio de Humor Gráfico Lorenzo Goñi con éxito de participación, hasta tal punto que en la actualidad (2021), se ha resuelto de VII Premio con numerosas de aportaciones de humoristas gráficos de los lugares más diversos de España, Europa del Este, Argentina y Portugal. Acabado este VII Premio a todos nos hace ilusión que en otoño podamos anunciar la octava edición.

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