No es novedad que no hay que fiarse de los titulares a la hora de ver una noticia, por ejemplo, las que encontramos en las redes sociales, pero sigue sucediendo y, más ahora, con las publicaciones relacionadas con el COVID-19. 

Todos estamos a la espera de si la vacuna funciona, de si hay algún efecto secundario y, día a día, vamos leyendo y escuchando noticias sobre ello, pero a veces tenemos la mala costumbre de quedarnos con los titulares y no leer la noticia. 

Hace unos días se publicaba la noticia de una enfermera que se desmayaba al recibir la vacuna de Pfizer, titular totalmente falso, pero mucha gente retiene esa información y es ahí cuando cunde el pánico y se va difundiendo de boca en boca. 

Si leemos la noticia, podemos ver que la profesional de la salud no se desmayaba por la vacuna, sino que es habitual en ella los desmayos cuando pasa dolor. Muchos medios intentan captar la atención del lector con los titulares, si hay titulares llamativos, el usuario puede que entre a la noticia pero, como he dicho, muchas veces no se entra en ella, ya sea por falta de tiempo o por cualquier otro motivo, y solo se retiene la información del titular. 

Es momento de ser realistas, de no llamar al pánico y de informar objetivamente, ¿no lo ha requerido siempre la situación?