La pandemia en Reino Unido ha provocado, al igual que en el resto de Europa, restricciones y cierres de los sectores no esenciales. Algunos de los principales centros comerciales de este país han tenido que cerrar sus puertas, y miles de personas se han quedado desempleadas. Por primera vez, y aunque resulte inverosímil, buscar empleo en otros sectores, resulta tan difícil como en España. De igual forma que, los comunitarios que han preferido quedarse en Reino Unido y tienen un nivel de inglés bajo o intermedio, lo tienen más difícil ahora para ser contratados. Ante esta situación, el gobierno de Boris Johnson ha optado por ampliar una medida que en principio solo estaba destinada a ciudadanos extracomunitarios, y que podría inclumplir los acuerdos bilaterales entre Reino Unido y los países de la Unión, al incluir también a los europeos para que de forma voluntaria retornen a sus países. Para ello, darán una ayuda económica y el pago del billete de vuelo antes de la fecha tope que había dado Reino Unido para solicitar la residencia: un proceso no muy complejo pero que, en algunos casos, requiere de aportar varias pruebas documentadas sobre la llegada y tu estado en Reino Unido. El principal problema sigue siendo las trabas que hay para obtener respuesta por parte del Ministerio de Interior sobre el estado de solicitud de la residencia a la que se ha aplicado, y que de no conseguirlo antes del 30 de junio, los europeos que se encuentren en esta situación, pasarán a ser ilegales en este país. Una prueba más de lo útil que está resultando el Brexit.