El 24 de febrero tuvo lugar un encuentro organizado y retransmitido por Sevimedia TV en el que participaron Manuel Pimentel, exministro de Trabajo del Gobierno de Aznar, Miguel Venegas, secretario general de Fasga y Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo y Economía Social para hablar sobre la negociación colectiva durante y tras la pandemia.
Dicho encuentro fue bastante ilustrativo para conocer cuál es la situación laboral que vive España, cómo se ha gestionado esta crisis y cuáles serán las transformaciones necesarias para evitar la precariedad en el sistema laboral, principalmente entre aquellos sectores que no están dentro de la negociación colectiva.
La fecha coincidió además con el anuncio que hizo el presidente del Gobierno, esa misma mañana, sobre las ayudas de 11.000 millones para los sectores más afectados de esta pandemia. Por lo que se pudo incluir como pregunta en esta charla. No obstante, su origen aún no se ha dado a conocer si vendrá de fondos europeos o de una subida de impuestos.
Los interlocutores sociales
La información laboral nunca ha tenido la presencia tan relevante como la que tuvo el pasado año y este en concreto. Las personas necesitan estar bien informadas, conocer cuáles son sus derechos y en qué situación se encontrarán una vez termine esta pandemia.
Actualmente, los datos no son positivos, la deuda que tiene España es de 1.3 billones de euros. La tasa de paro ocupa el 40% de la población y afecta principalmente a la población que se encuentra entre los 16 y 29 años que ni estudia ni trabaja. Una de las pocas ayudas que pueden percibir para incorporarse al mercado laboral, o tener una pequeña experiencia, sigue siendo una medida precaria que no garantiza su incorporación al mundo laboral, a través de la Garantía Juvenil.
En otro orden de cosas, para las personas que han estado en activo, los ERTE han logrado ser útiles para mantener parte del tejido productivo de nuestro país, por lo que ha sido una medida que todos felicitan que se haya podido alcanzar en acuerdo.
Para salir de este agujero, todos coinciden que el proceso de vacunación será la salida a esta crisis. Para lo cual, será necesario mantener el esfuerzo que se ha hecho en ligar la estructura productiva de los ERTE a las también medianas y pequeñas empresas, y a los trabajadores contratados por autónomos, sin que esto suponga una medida rígida para aquellas empresas que no puedan continuar si entran en quiebra.
“España necesita muchas reformas laborales en la clave que pide Europa. La anomalía que nos impiden ser precisos a nivel interno es la precariedad que no podemos seguir manteniendo por mucho más tiempo”, apuntaba el secretario de Estado de Empleo. “Las organizaciones sindicales y los empresarios son lo suficientemente maduros para entender que la estructura de la organización colectiva debe ser aquella que ellos decidan. Porque son ellos los que están en disposición absoluta de conocer en qué ámbitos funcionan mejor los mecanismos de autonomía colectiva. No es necesario intervenir con la ley en el ámbito donde se debe elegir la negociación colectiva”.
Por su parte, Miguel Venegas, secretario general de Fasga, apuntó a la necesidad de incentivar políticas activas de empleo encaminadas a la innovación digital. “Los servicios esenciales, tema alimentación… han tenido sobreproducción para abastecer a la población durante la pandemia. Pero aquellas empresas que ofrecen servicios no esenciales como comercios, moda, etc., no han aprovechado estas circunstancias. Hay que tener en cuenta los nuevos modelos de compra que tienen los consumidores… Los ERTE serán una herramienta para el futuro si se complementan con políticas activas de empleo y la formación de sus plantillas para seguir haciéndonos más competitivos”.
Todos coincidieron en lo difícil que está siendo atajar la crisis laboral y económica, durante esta pandemia, y reconocen el esfuerzo del SEPE. No obstante, Venegas también ha apuntado que el problema del cobro de los ERTE no ha venido tanto de que no se hayan hecho efectivas (señala que el 90 o 95% de los trabajadores sujetos a los convenios colectivos, no han tenido problemas en obtenerlos) pero sí en la cantidad que han percibido: “Los problemas de cálculo sobre el reconocimiento de los hijos o el porcentaje de jornada, son algunos de los ejemplos de los errores que se han producido” Actualmente, su organización ha puesto 2200 reclamaciones por un importe de 1.2 millones de euros para resolver el problema de la cantidad percibida de algunos trabajadores.
La subida del salario mínimo interprofesional y la actualidad de los ERTE
También se hizo una pequeña mención sobre la subida del salario mínimo. “La inflación es negativa en Europa. El mensaje de mantener una subida del salario mínimo no hubiera tenido sentido en medio de una recesión profunda”, apuntó el exministro de Trabajo, Manuel Pimentel.
Miguel Venegas se mostró más partidario de que ciertos sectores que han obtenido beneficios, adopten medidas para no congelar los salarios y ayuden a la economía circular con una subida moderada. Pero es consciente de que no se va a poder aplicar a todos los sectores. Y fue más allá cuestionando que el IPC sea un indicativo seguro para valorar el crecimiento o no de un sector. De forma que, respecto a la subida o no del salario mínimo en algunos sectores específicos, su organización prefiere tener en cuenta otros factores variables, y por ello analizan el Índice de Comercio al por Menor en grandes superficies y otras variables que pueden dar una visión más exacta de la situación del sector.
Por su parte, el secretario de Estado de Empleo y Economía social avanzó que se producirá una prórroga del salario mínimo en la que una comisión de expertos está trabajando ahora mismo para alcanzar el 60% del salario medio. Recordemos que esta medida podría ser positiva si se llega a elevar para los trabajadores que no se encuentran dentro de las negociaciones colectivas. Pero no hay una fecha aún para conocer si se producirá la subida o se mantendrá como hasta ahora.
Fuera ya de lo que ha sido esta charla, el Ministro de Seguridad Social apuntó que actualmente se ha producido una subida de los trabajadores que se encuentran en situación de ERTE, pasando de 738.000 en enero de 2021 a 878.000 en tan solo 10 días. Unos datos que fluctúan en función de las necesidades de las empresas por las restricciones y que continuarán en función de cómo se resuelva esta pandemia.