La evolución del teatro hasta nuestros días

En Postfactual, concretamente en la sección de cultura, aún no habíamos dedicado un artículo al teatro. Por ello queremos aprovechar que pronto se celebrará  el 27 de marzo, el Día Mundial del Teatro para hablar sobre este género que lleva con nosotros desde hace siglos. Las finalidades de este género han sido diversas, ya sea como complemento a celebraciones religiosas, para comunicar ideas políticas o para divulgar propaganda a un gran número de personas, y para entretener y disfrutar del arte. 

Los comienzos del teatro

Los orígenes del teatro se remontan a la época de la antigua Grecia, entre el S.V y el VI a.C. Los atenienses festejaban las ceremonias en honor a Dionisio, el dios del vino, la fiesta y la locura. 

Estos festivales se celebraban en primavera cuando las vides comenzaban a producir hojas y, con el tiempo, fueron evolucionando hacia el teatro, donde las ciudades más importantes contaban con un espacio para la representación de las obras. Gran parte de ellas se realizaban en honor a este dios griego. 

Las formas teatrales se desarrollaban entre los géneros de la conocida tragedia y el drama satírico, dirigida al público adulto; y la comedia y el mimo para el público infantil. Los actores, todos hombres, iban vestidos con la ropa del día a día, pero usando máscaras que ayudaban a reconocer a cada personaje. 

El teatro romano y la (casi) desaparición del teatro

Pasamos al teatro romano, el cual no se desarrolló hasta el S.III a.C, aunque al principio se realizaba en honor a los dioses, el motivo de esta celebración religiosa desapareció y se centró más en el entretenimiento. 

Con el tiempo, la Iglesia Cristiana atacó al teatro romano, pues muchas de sus obras satirizaba a los cristianos. Con la caída del Imperio romano en el 476 d.C, el teatro clásico empobreció en Occidente. No es hasta la época medieval que aparecen los primeros movimientos teatrales gracias a los juglares y trovadores, los cuales se desplazaban de un sitio a otro para interpretar diversas historias.

Todo esto cambió y el teatro europeo aparece vinculado a la religión cristiana, en la que se interpreta dentro de la misma iglesia la muerte y resurrección de Cristo. Los mismos clérigos crean estos primeros diálogos teatrales y, poco a poco, las representaciones se fueron haciendo más extensas, convirtiéndose en el teatro medieval por excelencia. Asimismo, se añadieron más elementos profanos y cómicos, razón por la que dejaron de interpretarse dentro de las iglesias y se trasladaron a sitios públicos. 

Fin al teatro religioso, bienvenida al Renacimiento

La Reforma protestante acabó con el teatro centrado en la religión cristiana en el S. XVI y aparece el teatro renacentista: obras de teatro que eran leídas con público para fines didácticos.

En Italia surgió la ópera, que terminó siendo muy popular y empezaron a construirse grandes teatros para que la alta clase disfrutara de este arte. Y, además, se creó un tipo de teatro basado en la improvisación para el público general. Con el tiempo, se empezó a desarrollar el teatro en el resto de países

 

El teatro en el S. XVIII, XIX y XX

En el S. XVIII el teatro estaba manejado por intérpretes para quienes se escribían obras ajustadas a su estilo para complacer sus gustos y adecuar las obras a sus características. Un ejemplo es la obra de Romeo y Julieta, el final de esta historia dejó de ser trágica, eliminando la intencionalidad verdadera del autor. 

En el próximo siglo nace el romanticismo, un movimiento literario que apareció por primera vez en Alemania y que se fue extendiendo a los teatros de gran parte de Europa. Fue una acción contra la Ilustración y el Neoclasicismo, dando prioridad a los sentimientos. 

A partir del S. XX surgen diversos tipos de teatro como el teatro expresionista que profundiza en los aspectos más violentos del ser humano; el teatro de lo absurdo, donde todo carece de sentido; o el musical, que apareció de una libre asociación en forma de serie de canciones, danzas, piezas cortas cómicas basadas en otras historias. 

El teatro en la actualidad en España  y el COVID

A día de hoy, el teatro sigue siendo una fuente poderosa de entretenimiento y cultura. A finales de 2019, el Gobierno de España publicaba en la página web una encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España en 2018 y 2019. En esta investigación se destaca que el 24,5% de las personas encuestadas asistió al teatro en el último año, 1,3 puntos porcentuales más que en 2014 y 2015. 

Entre los que asistieron mencionan que el 31% lo hizo a algún tipo de teatro actual, el 25% a musicales, el 16,6% a teatro clásico, el 11,5% a obras de vanguardia y el 7,4% a teatros infantiles.

Ahora, debido a la pandemia mundial, el sector cultural se ha visto perjudicado debido a los meses de confinamiento y limitando los aforos en los diversos espacios culturales. Pero muchos de los organismos han conseguido llevar estas actividades al entorno digital, donde surgieron plataformas de vídeo para ver teatro en casa.  Aquí te mostramos algunas: 

El Ministerio de Cultura ofrece el catálogo del Centro de Documentación Teatral del INAEM de manera gratuita, en el que puedes encontrar actuaciones de danza, teatro infantil, clásico, entre otros.

 

Si eres amante de la ópera, el Teatro Real ofrece gratuitamente diversas actuaciones de ópera. Solo hay que registrarse para visualizarlo.

A través de su canal de Youtube podrás visualizar multitud de actuaciones. Asimismo, podrás ver en directo y online sus actuaciones. El próximo 22 de marzo tendrá lugar el sexto encuentro “Entre bambalinas”, con la soprano Saioa Hernández.

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